Antes de abrir una clínica dental, además de los requisitos administrativos exigidos para poder contar con la licencia de la actividad, hay que analizar en detalle otros aspectos más concretos del el local que se adquirirá.
¿Cómo contar con todas las salas necesarias que requiere una clínica dental?
La clínica debe disponer de una amplitud suficiente como para contar con unos espacios mínimos de distribución para que la actividad se pueda desarrollar satisfactoriamente.
¿De qué partes no podemos prescindir?
Partes de las que se compone una clínica dental
Recepción: Se trata de la página principal de la carta de presentación de la clínica, es la primera impresión que reciben tus clientes. Por ello, debe ser lo suficientemente amplia para que el cliente pueda esperar a ser atendido y para que haya al menos un mostrador, un ordenador, una silla, una papelera y algún mueble para archivar documentación.
Sala de espera: Se trata de un espacio muy importante por lo que no se debe prescindir nunca de ella y, por lo tanto, a la hora de adecuarla, hay que dedicarle el tiempo que necesita. Es un lugar en el que en ocasiones se espera mucho más de lo estimado por lo que debe ser una sala luminosa, amplia (o en su defecto simular amplitud) y acogedora. Además, la clínica se trata de un espacio de salud que se preocupa por el bienestar del paciente y sus acompañantes por lo que las sillas y sillones deben ser cómodos, debe disponer de dispositivos de acondicionamiento térmico y elementos de entretenimiento como revistas o una televisión.
Aseos: Al menos dos, uno para señoras y otro para caballeros. Asimismo, es imprescindible, a día de hoy, contar con otro baño de uso exclusivo y adaptado a personas con movilidad reducida. En el caso de que el local no nos permita contemplar estos tres baños, el de señoras podría ejercer también como baño adaptado siempre y cuando cumpla con los elementos exigidos para ello. ¿Y qué pasa con el baño de los empleados? Si el local lo permite, habría que construir uno para la plantilla para que estos puedan tener su zona de intimidad.
Sala de atención sanitaria o consulta: Es la salita en la que el odontólogo atiende al paciente por lo que debe disponer de espacio suficiente para la colocación de un sillón dental, un taburete adaptado a la profesión, un lavabo y las vitrinas en las que el especialista coloca el instrumental de trabajo.
Almacén: Dependiendo del volumen de actividad de la clínica, el almacén deberá ser mayor o menor pero sí habrá que contar con uno por muy pequeño que sea. Es un espacio reservado al almacenaje de productos sanitarios ya que por cuestiones de higiene y correcta conservación del material necesitan de unas condiciones adecuadas.
Cuarto de limpieza: Un pequeño área dedicado al almacenaje de utensilios y productos de limpieza.
Estas seis ubicaciones son las mínimas e imprescindibles en todas las clínicas dentales aunque lo ideal es contar con más metros cuadrados para poder implantar varios gabinetes de consultas, salas aisladas y adaptadas para la realización de radiografías mediante rayos X…
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